AB ROMA INFERA (EPISODIO 5): EL DIABLO EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA (PARTE 3): LOS DEMONIOS DEL DESIERTO. VICIOS Y TENTACIONES + EL DEMONIO DEL MEDIODÍA.

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Bienvenidos al quinto episodio de Ab Roma Infera, que cierra la trilogía dedicada al diablo en la Antigüedad tardía y con ella la saga completa.

En este último capítulo terminamos la trilogía dedicada a la figura del diablo en la Antigüedad tardía. Y para ello nos vamos a los desiertos de Egipto y Siria en donde los místicos anacoretas, los monjes solitarios mantuvieron, contra el diablo, las últimas batallas antes del advenimiento de la Edad Media.  ¿Cómo eran estos demonios del desierto? ¿qué tretas usaban para tentar a los monjes? ¿cuáles sus estratagemas para hacerlos desistir de sus propósitos y llevarlos por el camino del vicio?

Ab Roma Infera (Episodio 3): El diablo en la Antigüedad Tardía (parte 1). Demonología y tipos de demonios.

La corte infernal, según el ilustrador decimonónico Gustavo Doré

Volvemos a la saga Ab Roma Infera para centrarnos en la figura del diablo, de los demonios y del resto de seres infernales que pueblan en mundo de la Antigüedad Tardía. 

De los espíritus y de los seres del mundo intermedio propios del mundo pagano, pasamos a la concepción que el cristianismo tiene de estas entidades, que enseguida asimila a los diablos.

El universo de lo diabólico durante los primeros siglos del cristianismo es una especie de cajón desastre en donde, junto a estas entidades (lémures, fantasmas y otros) propias del culto greco latino, acaban entrando todas las religiones previas y todos sus dioses. Y por si esto no fuera suficiente, el cristianismo trae su propio catálogo de demonios y seres infernales heredados de las tradiciones semíticas, egipcias  y mesopotámicas. 

Y todo este proceso lo enmarcamos en el momento de crisis de valores por excelencia dentro del imperio romano, que es el siglo III. Un periodo difícil en el que, frente a la necesidad de protección del individuo, se abren paso cultos mistéricos y religiones salvíficas y a la vez se abre paso la magia de toda la vida (el viejo atajo que supone un pacto con las fuerzas del inframundo).

Credos mistéricos, religiones salvíficas, magia y sortilegios…todo confluye a la hora de forjar la rica demonología de la Roma cristiana de la Antigüedad Tardía.