
Terminada la lectura de esta novela de Harry Sidebottom, y con el libro descansando ya sobre el atril de mi escritorio, me vienen a la cabeza algunas reflexiones que voy a compartir con vosotros, a modo de reseña.
Sangre y honor es el segundo libro de la trilogía titulada El trono del césar, publicada en España por Espasa Libros, y escrita por Harry Sidebottom, profesor en Oxford y autor de algunas series de novelas históricas ambientadas en la Roma antigua, como la saga Guerrero de Roma o esta trilogía que nos ocupa: El trono del césar. Es autor también de algunas obras de no ficción relacionadas con la guerra en el mundo antiguo, algo que trasciende a sus obras literarias, ya que hace gala, a lo largo de ellas, de un basto conocimiento de temas militares: batallas, tácticas, armamento…
Así pues ¿nos encontramos ante una novela de batallitas? En absoluto.
La serie El trono del césar transcurre durante los años convulsos que inauguran la llamada crisis del siglo III, un periodo de medio siglo aproximadamente en donde el imperio romano tocará fondo en muchos aspectos, siendo testigo de invasiones, epidemias y hambrunas, así como cambios sociales y profundas transformaciones en el ámbito económico, militar y de las mentalidades. Y todo ello con el telón de fondo de una persistente inestabilidad política, en donde — amén de guerras civiles y episodios de secesión territorial — asistimos a un mundo en donde las más de las veces se accedía a la púrpura por asesinato.
Un siglo de hierro, como decía Dion Casio, y que comienza con el regicidio del último emperador de la dinastía de los Severos, Alejandro Severo y de su intrigante madre, Julia Mamea, por parte de los soldados.
Este es el punto de partida de esta trilogía que comienza en el año 238 DC, y que se centra en la figura, siempre controvertida, de Maximino el Tracio, primer emperador de estos años convulsos, personaje de origen bárbaro, tosco en sus maneras, y poco dado a halagos y lisonjas hacia los poderosos, por lo que tendrá al senado de Roma en contra prácticamente desde el principio.
Sobre esta base, el autor hará desfilar a toda una serie de personajes históricos reales, como Pupieno y Balbino, Timesitéo, Capeliano, Filipo, y por supuesto los Gordianos, muchos de los cuales vestirán la púrpura en el futuro, como sabemos, mezclándolos con un variopinto conjunto de personajes ficticios inolvidables, ya sean prostitutas y navajeros de la Suburra, aristócratas engreídos, señores de la guerra o acuñadores cristianos con mala conciencia.
Con esta argamasa, construye el autor una par de novelas (a falta de que se publique la tercera) en donde se desarrolla una trama coral, que nos lleva irremediablemente del frío Danubio al norte de África, y de ahí a Roma para marchar después a los desiertos de las provincias y reinos fronterizos con Persia. Así, de un lado a otro, viajamos de la mano de los distintos personajes a todas las intrigas posibles, que reflejan un mundo lleno de dobleces, en donde nadie es quien parece.
De esta manera Sidebottom nos muestra lo que, a buen seguro, será una trilogía sólida, redonda y bien construida. Al menos, eso es lo que me transmite en estas dos primeras novelas, que hacen gala además de un minucioso detallismo que se refleja sobre todo en la descripción de las batallas, en donde, casi de manera virtuosa, nos enseña los distintos grados militares, las diferentes armas, técnicas y costumbres. Casi nos mojamos con los soldados en las noches de lluvia, durmiendo al raso, pasamos calor en los desiertos norteafricanos y nos alegramos cada vez que algún arquero de Osroene atraviesa el pecho de un persa con su flecha.
Sasánidas, pero también sármatas yazigos, queruscos y alamanes, así como tribus nómadas de los chotts y oasis de Mauritania. Toda una retahíla de enemigos bárbaros en donde el autor hace un repaso casi antropológico de sus costumbres, y que, a mi juicio se quedan cortas, por necesidades, obviamente, de un argumento que debe continuar.
Novelas por tanto de detalles, de descripciones, en donde encontramos también muchas referencias filosóficas: estoicismo frente a epicureísmo; literarias y religiosas. Y es que los personajes rezan, discuten y citan a los clásicos en todo momento. Lo cual en el fondo no hace otra cosa que mostrarnos a personajes de carne y hueso preocupados sobre todo por sus propias ambiciones y necesidades, y que manifiestan tanto la falta de patriotismo de senadores y oligarcas — preocupados tan solo de mantener sus patrimonios — como la penosa vida de las clases populares, deseosas siempre de una vida mejor, y que buscan consuelo ya sea en los nuevos cultos o directamente en la huida física hacia lugares más propicios.
“En cualquier caso, el dinero que poseía distaba mucho de ser suficiente. Cuando consiguiese más, se marcharía de Roma (…) se iría a una de esas islas mágicas en las que el barco había hecho escala en su trayecto hasta allí: Zacinto o Córcira.”
Suena a Kavafis, a pesar de ser una prosa anglosajona, que no llega al lirismo de los autores mediterráneos (quizá tampoco lo pretenda, nuestro Sidebottom), pero que, sin duda nos transporta a ese siglo convulso en ciernes, a ese imperio condenado a renovarse y que, entre intriga e intriga, entre invasiones, guerras y hambrunas nos muestra los afanes, anhelos y preocupaciones de los habitantes de una Roma que, quizá, ya no iba a ser eterna.
Autor: Harry Sidebottom
Título original: Blood and steel
Editorial Planeta, S.A., 2020
Para esta edición: Espasa libros, 2020
Páginas: 526
ISBN: 978-84-670-5905-2
Qué buena pinta tiene esa trilogía. Gracias Carlos.